Vivir en las nubes, pero con los pies en el suelo. Para eso sirve también el diseño de un sofá: para conciliar lo imposible, para combinar el sueño con la normalidad de la vida cotidiana.
Ajustable gracias al movimiento del respaldo, que ofrece la máxima comodidad en diversas posturas y garantiza un confort total incluso para personas de distinta estatura.